RECLAMAR TAMBIÉN ES UN DERECHO




RECLAMAR TAMBIÉN ES UN DERECHO

Como consumidores y consumidoras, tenemos tres posibles vías para defender nuestros derechos. Sin embargo, antes de acudir a estas vías, primero debemos intentar hablar con la otra parte, ya que con el diálogo se solucionan muchos problemas.

   1. La vía administrativa

La reclamación administrativa puede iniciarse rellenando una hoja de reclamaciones o también dirigiendo un escrito personal a la Administración. A través de esta vía podemos conseguir, sólo en parte, una solución, ya que si la empresa que nos ha causado el perjuicio ha incurrido en una infracción en materia de consumo, la Administración competente la va a sancionar, pero al consumidor no le repercutirá en nada, puesto que la Administración no le puede obligar a cumplir el contrato pactado.

   1. La Junta Arbitral de Consumo

Este sistema protege de una manera más eficaz los derechos de todos los consumidores al ser un procedimiento rápido (menos de cuatro meses), gratuito para ambas partes, eficaz, ya que se logran resolver muchos casos y voluntario para ambas partes, ya que tienen que someterse expresamente; pero, ¡ojo!, una vez aceptado el arbitraje, la resolución es de obligado cumplimiento.

   1. La vía judicial

Se debe acudir a esta vía, sin posibilidad de utilizar la vía arbitral, en determinadas cuestiones como:

         1. aquéllas en las que exista intoxicación, lesión, muerte o indicios de delito
         2. aquéllas en las que exista sentencia firme
         3. aquéllas en las que deba intervenir el Ministerio Fiscal para representar a personas que no pueden actuar por sí mismas (menores, incapaces, etc.)