LOS JÓVENES Y EL CONSUMO RESPONSABLE
LOS JÓVENES Y EL CONSUMO RESPONSABLE.
Para
poder analizar toda la información contenida en el monográfico, este reportaje
tiene como objetivo situar al lector y aportar información básica sobre hábitos
de consumo y consumo responsable.
Hábitos
de consumo
Durante
las navidades de 2007, se prevé que cada español gastará una media de 951
euros, lo que supone un incremento del 5,1%, respecto al año 2006, según el
estudio La tradición de las fiestas en una Europa cada vez más unida, realizado
por Deloitte.
Si nos
fijamos en los hábitos de consumo de los jóvenes, según un estudio de Instituto
DEP realizado en Cataluña para l'Institut Català de Consum, el 72,4% de los
adolescentes afirman que les gusta mucho o bastante comprarse objetos para
ellos mismos. Estos datos indican que, aunque los jóvenes prefieren realizar
otras actividades lúdicas durante su tiempo de ocio (deporte, salir con los
amigos, música, etc.), el consumo se ha convertido en una actividad que les
interesa y motiva.
Cuando
los adolescentes tienen que realizar una compra, en primer lugar se fijan en el
precio del producto (30,8%), seguido de cerca por las características estéticas
o el diseño del producto (25,6%) y sólo el 2,5% menciona que la compra sea útil
o necesaria. De la misma forma, 7 de cada 10 jóvenes afirman que suelen comprar
cosas que están de moda, aunque este hecho se da más entre las chicas (78,1%)
que entre los chicos (62,7%).
Jóvenes
y consumo responsable
El
estudio de Instituto DEP también ha querido comprobar qué relación tienen los
adolescentes con el consumo responsable. Cuando se les pregunta si realizan
habitualmente 10 actitudes y comportamientos básicos de consumo responsable,
nos encontramos con:
- Las
actitudes y comportamientos más frecuentes:
1.
Comparar diferentes precios
2.
Fijar-se en la calidad
3.
Entender el etiquetaje
- Las
actitudes y comportamientos medianamente frecuentes:
4.
Fijarse en la fecha de caducidad
5.
Guardar el ticket de compra
6.
Tener en cuenta las ventajas y desventajas
- Las
actitudes y comportamientos menos frecuentes:
7.
Valorar la duración del producto
8.
Informarse de las características
9.
Valorar la necesidad
10.
Fijarse en el etiquetaje
Es
importante destacar que un 48,5% de los adolescentes encuestados no conoce
ningún organismo o entidad a la que dirigirse en caso de reclamación. El 44,5%
se dirigiría al establecimiento donde ha comprado el artículo y sólo un 2,2% se
dirigiría a la empresa productora.
Por
último, el 55% de los adolescentes encuestados afirma haber escuchado hablar
sobre medidas de consumo responsable y un 53,3% de los encuestados afirma que
le gustaría recibir más información sobre las actitudes y comportamientos que
forman parte del consumo responsable.
Consumo
responsable y agentes implicados
Resulta
significativo que un 45% de los jóvenes no hayan oído hablar nunca de consumo
responsable, especialmente si tenemos en cuenta el volumen de proyectos y
actividades que se realizan en esta materia, tanto por parte de organismos
públicos y privados como por parte de centros educativos, profesorado,
empresas, etc.
Como
ya hemos dicho en otro reportaje de Educaweb.com, las acciones, recomendaciones
y actividades sobre consumo responsable siempre se enfocan al consumidor.
Consumir de forma responsable implica valorar los productos que tienen en
cuenta la justicia social, la ética y la solidaridad, y la protección del medio
ambiente. Aunque no seamos conscientes de ello, cuando consumimos colaboramos
en todos los procesos que hacen posible el objeto o servicio consumido; el
consumo responsable consiste en valorar estas repercusiones en el momento de
elegir un producto.
Pero,
¿de qué forma viven las empresas, instituciones, organizaciones, etc. el
consumo responsable? ¿Asumen su responsabilidad en el proceso productivo? En
este sentido, durante los últimos años han surgido iniciativas que se encargan
de valorar los esfuerzos y responsabilidad de las empresas en materia de
consumo responsable, ya que si los usuarios nos esforzamos en consumir de forma
responsable, deberíamos poder saber si las empresas productoras valoran las
condiciones técnicas, de medio ambiente, las condiciones sindicales y sociales,
etc. a la hora de elaborar sus productos.
La
respuesta a estas preguntas sólo la pueden dar organizaciones independientes de
autogestión de la información, como la Ethical Consumer Research Association,
ECRA, en Gran Bretaña o consultando a algunas de las asociaciones e
instituciones que se dedican a promover el consumo responsable en España, como
CRIC (Centre de Recerca i Informació en Consum) o la Red Andaluza de Consumo
Responsable.
Por
último, es importante destacar el esfuerzo que están realizando algunas
empresas para aplicar el concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC),
que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos,
que se derivan de los impactos de la actividad de la empresa en el ámbito
social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. Progresivamente, un
mayor número de empresas son conscientes de que pueden contribuir al desarrollo
sostenible orientando sus operaciones de forma que, además de favorecer el
crecimiento económico y aumentar su competitividad, garanticen la protección
del medio ambiente y fomenten la responsabilidad social, incluidos los
intereses de los consumidores.
Laia
Mestres i Salud.